viernes, 14 de abril de 2017

TALLER CAFÉ-VIOLETA : “DUEÑAS DE NUESTRAS VIDAS“

Celebrado el día dos de marzo, formando parte de la programación  entre la Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento y nuestra Asociación de Mujeres .
Es su segunda edición, en esta ocasión se hizo cargo  Dº Tomás Quirosa Moreno, Psicólogo.

Se comenzó la tarde con una sorpresa para todas las allí presentes, con mucha más afluencia que la última vez, de un pase poético-musical a cargo de nuestra compañera poeta internacional, Ivonne Sánchez acompañada de Inés Musso y Mariña Navéiro a la flauta y al piano (hija y nuera de otra compañera) con el placer sensual de la pieza musical “ Café 1930” de Astor Piazzola

                          



RELÁMPAGO en la garganta
bebió la noche,
en tibia lengua de mariposa.

Un río oscuro,
vestido de luz y luna de cristal,
faro de los bosques,
sombra de estatua con escamas.

Jazmín del ángel caído;
poemas de maderos,
sobre el altar de la arena
su oleaje CANTA.

   Ivonne Sánchez Barea


NO EN MI HUERTO
Enterraré memorias:
a esos prófugos de guerras con espadas,
saber su razón de náufragos quisiera,
que porcelanas rotas quebraron existencias.

Mirar el cristal que a la piel van clavada;
hicieron heridas, borraron huellas de perfiles,
con bozales y esbozos.

Tiñen de carbón a inocentes corazones.

El bosque quemado de la historia
renace siempre desde escombros,
no nos vencerá la infamia,
ni nos derrotará la ignominia.

Silencioso crece el álamo
y silenciosa será la mortaja del desvelo,
serán lápidas en esperas de otros prados:
no, no,
no en mi campo,
ni en mi huerto.

Pieles de arcilla
graban voces del mundo,
sollozos abiertos de cáscaras
un canto, donde se volverán a dibujar sonrisas.

Ivonne Sánchez Barea



EFÍMERA VOZ acantilada
de unos versos olvidados en el cosmos,
siendo luna elevada sobre el norte,
siendo sol de un sur occidentado.

Viento de poniente
que de la mar trae caracolas en su aliento,
eco de olas adormecidas en orillas,
rumor de algas y sirenas.

Lejano trueno que retumba en las conciencias
de aquellas travestidas máscaras superpuestas,
canto curvilíneo de la esfera que me habita,
esfera cantando entre las manos.

Palma abierta que golpea corazones
tocando la vida entre los dedos,
siendo cuna, cama y seno,
siendo madre y hermana,
que al cielo eleva versos.

La noche en la mirada de un felino
cuyos pasos dan curso a los besos,
regazo de anciana,
niña ovillando juegos.

El día escapado de las horas,
cuyo calendario es mudo y perpetuo,
energía y éter elevados,
galaxia de pensamientos.

Molécula de agua en los labios,
empapada de dulzor casi amargo,
catalejo asombrado,
bandera de los otros universos.

Luz de una estrella enana
engullida por el espacio y tiempo
bruma de la estancia,
el recuerdo del espejo.

Dinámico vuelo con almíbar en la lengua
revoloteando los floridos continentes,
cordillera de la espina de un alma invisible
río serpenteante en la llanura.

El libro de los pasos dibujados,
mapa encriptado en las palabras,
siendo rumbo y camino aventurado,
siendo azar de la incertidumbre del destino.          
 Ivonne Sánchez Barea


Tras deleitarnos de esta manera y  saboreando delicioso  café con pastas toma la palabra Dº Tomás, explicándonos la metáfora del jardín, el cual siempre que da una charla la comenta como introducción para explicar la misión que tenemos como personas en esta vida: ser dueñas de nuestras vidas, las cuales debemos regar y cuidar quitando las malas hierbas  para que florezca precioso nuestro jardín. Y como el cuento del elefante al que le enseñaron a estar toda la vida atado a una estaca con una cadena, la cual debemos romper si no queremos tener esa culpa que nos arrastra al desear otras formas de vivir descuidándonos y dedicándonos a los demás.


“ Érase una vez un mundo en el que cada vez que nacía una persona se le encomendaba una misión. No era una misión que consistiera en conseguir un resultado determinado o una meta concreta, sino que era una misión que siempre estaría incompleta y cuya consecución siempre estaría cargada de significado mientras el corazón de esa persona permaneciera latiendo. Dicha empresa, era ni más ni menos que cuidar de un jardín por el resto de su vida.
Por muchos siglos, hubo un tipo de personas a las cuales se les animaba a elegir entre una amplia variedad de semillas que sembrar y que dicha labor fuese lo prioritario en sus vidas. Estas personas solían coincidir en la mayoría de los casos con aquellas que nacían con características corporales masculinas. Por otra parte, a otras personas se les animaba a que cuidaran de sus jardines pero solo dedicándole el tiempo que les sobraba de cuidar y cultivar otros que no fuesen el suyo. O también se les imponía, que sembraran un tipo de planta frutal que tal vez no le gustaba mucho, pero que a sus jardineros colindantes si les venía muy bien tener la cosecha de dicha plantas como provisión de alimentos. Que un tipo de personas u otro dedicara más esfuerzo, tiempo e ilusiones a diseñar y cultivar su jardín de una manera u otra no dependía de unas leyes escritas. Se trataba más bien del seguimiento de unas reglas a modo de consejos o recomendaciones que pasaban de unas personas a otras; algunas personas tales consejos los hacían suyos sin cuestionárselos demasiado y los acataban tal cual. Otras personas sin embargo los dejaban pasar cual mensaje publicitario que vende un producto que no necesitan ni le interesan lo más mínimo.
Desde tiempos muy remotos se había asociado de manera caprichosa unos valores a aquellas personas que nacían con atributos corporales femeninos, que curiosamente coincidían con aquellas personas a las que se les daban más recomendaciones de cómo tenían que tener su jardín e incluso se le hacía ver cuán importante era el ayudar a otros jardineros en su labor aunque esto supusiera descuidar el suyo propio. Esos valores inculcados tenían que ver con el cuidado a los demás, el estar en pareja no de igual a igual sino como apoyo y asistencia al otro, a trabajar fuera de casa pero sólo y cuando las necesidades de los demás miembros de la familia estuvieran cubiertas………….”

A modo de ilustración sacó de su maletín un loro con vivos colores de trapo, el cual nos sorprendió a todas, otra metáfora de cómo tenemos en la cabeza pensamientos, sentimientos, sensaciones, recuerdos, preocupaciones, miedos    etc….( loro subido al hombro) los cuales nos dicen a cada instante lo que queremos oír o lo que nos dicen constantemente los demás machacándonos para inculcarnos en nuestras actuaciones. Son de difícil de olvidar y de controlar.
La mente nos habla constantemente de esa manera pero que tenemos que pararnos para darnos cuenta mediante la observación de cómo nos hablamos en nuestro interior, aprendiendo a no juzgar, a no reaccionar y sobretodo a no actuar ante eso que no creemos y nos  hace mal.  Tenemos el poder, la libertad y nuestro propio esfuerzo de elegir la manera de ser y de comportarnos mediante las palabras adecuadas, las acciones que nos sean más convenientes para nosotras y nadie nos puede quitar esta habilidad.
Recuerda hacer deporte (adecuado a nuestras posibilidades)  comer sano, no tomar muchos fármacos no prescritos, fomentar las relaciones sociales y tener pensamientos positivos .
Recuerda que la felicidad es un proceso y no una meta !!!

Al final nos habló de “especísmo” palabra que la mayoría no  habíamos oído nunca. Siendo : Una discriminación moral basada en la diferencia de especie animal, acuñada por el psicólogo Richard D. Ryder en 1970.
Es un tipo de prejuicio muy similar al sexismo al racismo a la homofobia e igualmente injusto.
La mayoría consideramos que tener un color de piel u otro, nacer hombre o mujer o cualquier diferencia en nuestro aspecto no debe influir a la hora de respetar a vida, la libertad o la integridad física de los demás. Consideramos nuestra vida como importante y deseamos vivirla en libertad y sin sufrimiento independientemente de qué aspecto tengamos.
En general, todos los animales, humanos y no humanos, compartimos la capacidad para sentir. El problema es la presión de la sociedad y la educación que hemos recibido es enorme.
Para terminar cada una en sus manos una maceta “símbolo de vida” que regar.


¡¡¡ Buena tarde compañeras e inolvidable capítulo para esta lección de vida  !!!


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